La gestión impositiva de su empresa debe involucrar el establecimiento de un sistema de procedimientos y controles internos bien estructurados, con el fin de evitar:

1. Incumplimiento de los deberes formales establecidos en la legislación tributaria.
2. Declaraciones juradas tardías (de impuestos o informativas).
3. Pago de elevados recargos, penalidades e intereses indemnizatorios.
4. Creación de un negativo precedente tributario (de incumplimiento o de cumplimiento tardío).
5. Incremento del riesgo a ser fiscalizado.

Este sistema, además de establecer los lineamientos para una gestión eficaz de los impuestos, debe anticipar las condiciones fiscales futuras que afectarán al negocio, y los riesgos inherentes al proceso de tributación que ejecuta la organización.